El XIII Congreso de las Academias de Lengua Española
En Medellín, el español convoca a académicos, escritores y ciudadanos
La ciudad colombiana ha transformado su perfil y vive una fiesta de la cultura
MEDELLIN.- En esta tierra "de la eterna primavera", como se la conoce, donde nació el mito de Carlos Gardel luego de su muerte en un accidente aéreo, el idioma español ha puesto de pie a ciudadanos, medios de comunicación, organizaciones civiles, escuelas, comercios, empresas, bancos y hoteles y todo otro espacio que el lector imagine con el inicio, ayer, del XIII Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española.
A pesar de la antipatía que producen las comparaciones, es inevitable admitir que, desde Sevilla a Medellín, pasando por los congresos de la lengua de Zacatecas (México), Valladolid (España) y Rosario (Argentina), se registra en esta ocasión la mayor participación ciudadana en el tema.
Excelente elección la de los académicos y el Instituto Cervantes, junto con la alcaldía de Medellín, la Agencia de Cooperación Internacional, la Universidad de Antioquia, la Pontificia Bolivariana y el gobierno de Alvaro Uribe. Porque esta unión de esfuerzos ha conseguido que, por ejemplo, las ruedas de prensa estén abarrotadas de periodistas nacionales y extranjeros; las charlas convocadas por el Grupo Planeta desborden de jóvenes y adultos, como pudo ayer comprobar LA NACION, y los taxistas, los comerciantes y los transeúntes sepan de qué se trata esta monumental movida cultural.
El trabajo que la alcaldía ha realizado desde el territorio de la educación y la cultura en esta ciudad bella y rara, recuperada de las garras del narcotráfico, la guerrilla y los "paracos", como el pueblo llama a los paramilitares, involucra a toda la ciudadanía. "Medellín, una ciudad para leer" y "Medellín, la más educada" son los eslóganes elegidos por el alcalde, Sergio Fajardo, para darse a conocer.
La lengua, un océano
"Esta es la lengua del siglo XXI, y el trabajo de expandirla en el mundo es de todos", dijo ayer en rueda de prensa, con su elocuencia habitual, el director general del Instituto Cervantes, César Antonio Molina.
Este reconocido poeta español aclaró dudas sobre la paternidad del Sistema Internacional de Certificación del Español como Lengua Extranjera (Sicele): "O hacemos el certificado entre todos los dueños de la lengua, o nos lo van a hacer. Imaginen quienes. Esta es una lengua millonaria en hablantes. Tenemos entre todos una demanda que organizar y es mejor ir unidos porque la lengua es una cuestión espiritual y cultural, pero también económica".
Desde hace meses, como contó ayer el diario El Tiempo , los trabajadores de esta ciudad -otrora bastión de uno de los grandes carteles de la droga, junto con el de Cali- reciben lecciones de urbanidad y de civismo, que se nota incluso en los atascos de tránsito. En esta urbe de dos millones de habitantes, por curioso que parezca, los automovilistas no se insultan en los "tacos" (embotellamientos).
"La lengua es un océano donde navegamos y si no sabemos usarla, nos ahogamos", decía ayer por la mañana un académico colombiano invitado a uno de los tantos programas de TV que se emiten por estos días. El editorial de Alberto Velásquez Martínez, en el diario El Colombiano , fue rotundo y conmovedor: "Si Macondo es una tierra que ya se dibuja en todos los mapas, Medellín, con la nueva Gramática, será un referente obligado para intelectuales internacionales". Y agregó, entre otras reflexiones, que así "se podrá ir desmontando el sambenito desdoroso de que si el inglés es la lengua del desarrollo, el francés la de la cultura, el alemán la del pensamiento y el italiano la del amor, el español es la lengua del subdesarrollo porque sólo sabe pronunciar palabras como hambre, desocupación y miseria".
Del miedo a la esperanza
Paralelamente al congreso, que proclamará este fin de semana la nueva Gramática, y a la reunión de rectores que, junto con el Instituto Cervantes, aprobará el Sicele, hay "conversatorios" de 60 escritores convocados por el Grupo Planeta y un congresito de niños. Mañana, los chicos emitirán un manifiesto con nuevas creaciones lingüísticas. Parece que "lunpereza" (la pereza de los lunes) está entre las mejor posicionadas.
"Hemos ido del miedo a la esperanza", dijo ayer el alcalde Fajardo Valderrama. Y eso se advierte en los espacios públicos ganados para el diálogo y la convivencia, los mismos donde hace apenas 10 años todavía se acribillaba a la gente en la calle.
Las academias acelerarán también la labor para la segunda versión del Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD) y los diccionarios históricos de la lengua y de americanismos, a la vez que anunciarán el inicio de la revisión de la ortografía, que estará lista para el año próximo.
Otra obra presentada es el Diccionario Esencial, que reduce a 54.000 vocablos los 90.000 del Diccionario de la Real Academia Española y que incluye un 12% de americanismos, entre otros, "internet" y "digitalización".
Con su espontáneo sentido del humor, que gustó mucho aquí, el presidente de la Academia Argentina de Letras, Pedro Luis Barcia -que integró la mesa de autoridades presidida por el director general de la RAE, Víctor García de la Concha, y la ministra de Cultura, Elvira Cuervo de Jaramillo- dijo en la rueda de prensa que "los medios de comunicación imponen modalidades expresivas, de allí que el futuro de la lengua depende del trato que se le dé en ellos. Es una desventaja que la lengua sea una mujer golpeada". Y le gastó una broma a García de la Concha, que éste celebró, al sugerirle que se incluya la palabra "oralidad", ausente del diccionario.
Por Susana Reinoso
Enviada especial
La ciudad colombiana ha transformado su perfil y vive una fiesta de la cultura
MEDELLIN.- En esta tierra "de la eterna primavera", como se la conoce, donde nació el mito de Carlos Gardel luego de su muerte en un accidente aéreo, el idioma español ha puesto de pie a ciudadanos, medios de comunicación, organizaciones civiles, escuelas, comercios, empresas, bancos y hoteles y todo otro espacio que el lector imagine con el inicio, ayer, del XIII Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española.
A pesar de la antipatía que producen las comparaciones, es inevitable admitir que, desde Sevilla a Medellín, pasando por los congresos de la lengua de Zacatecas (México), Valladolid (España) y Rosario (Argentina), se registra en esta ocasión la mayor participación ciudadana en el tema.
Excelente elección la de los académicos y el Instituto Cervantes, junto con la alcaldía de Medellín, la Agencia de Cooperación Internacional, la Universidad de Antioquia, la Pontificia Bolivariana y el gobierno de Alvaro Uribe. Porque esta unión de esfuerzos ha conseguido que, por ejemplo, las ruedas de prensa estén abarrotadas de periodistas nacionales y extranjeros; las charlas convocadas por el Grupo Planeta desborden de jóvenes y adultos, como pudo ayer comprobar LA NACION, y los taxistas, los comerciantes y los transeúntes sepan de qué se trata esta monumental movida cultural.
El trabajo que la alcaldía ha realizado desde el territorio de la educación y la cultura en esta ciudad bella y rara, recuperada de las garras del narcotráfico, la guerrilla y los "paracos", como el pueblo llama a los paramilitares, involucra a toda la ciudadanía. "Medellín, una ciudad para leer" y "Medellín, la más educada" son los eslóganes elegidos por el alcalde, Sergio Fajardo, para darse a conocer.
La lengua, un océano
"Esta es la lengua del siglo XXI, y el trabajo de expandirla en el mundo es de todos", dijo ayer en rueda de prensa, con su elocuencia habitual, el director general del Instituto Cervantes, César Antonio Molina.
Este reconocido poeta español aclaró dudas sobre la paternidad del Sistema Internacional de Certificación del Español como Lengua Extranjera (Sicele): "O hacemos el certificado entre todos los dueños de la lengua, o nos lo van a hacer. Imaginen quienes. Esta es una lengua millonaria en hablantes. Tenemos entre todos una demanda que organizar y es mejor ir unidos porque la lengua es una cuestión espiritual y cultural, pero también económica".
Desde hace meses, como contó ayer el diario El Tiempo , los trabajadores de esta ciudad -otrora bastión de uno de los grandes carteles de la droga, junto con el de Cali- reciben lecciones de urbanidad y de civismo, que se nota incluso en los atascos de tránsito. En esta urbe de dos millones de habitantes, por curioso que parezca, los automovilistas no se insultan en los "tacos" (embotellamientos).
"La lengua es un océano donde navegamos y si no sabemos usarla, nos ahogamos", decía ayer por la mañana un académico colombiano invitado a uno de los tantos programas de TV que se emiten por estos días. El editorial de Alberto Velásquez Martínez, en el diario El Colombiano , fue rotundo y conmovedor: "Si Macondo es una tierra que ya se dibuja en todos los mapas, Medellín, con la nueva Gramática, será un referente obligado para intelectuales internacionales". Y agregó, entre otras reflexiones, que así "se podrá ir desmontando el sambenito desdoroso de que si el inglés es la lengua del desarrollo, el francés la de la cultura, el alemán la del pensamiento y el italiano la del amor, el español es la lengua del subdesarrollo porque sólo sabe pronunciar palabras como hambre, desocupación y miseria".
Del miedo a la esperanza
Paralelamente al congreso, que proclamará este fin de semana la nueva Gramática, y a la reunión de rectores que, junto con el Instituto Cervantes, aprobará el Sicele, hay "conversatorios" de 60 escritores convocados por el Grupo Planeta y un congresito de niños. Mañana, los chicos emitirán un manifiesto con nuevas creaciones lingüísticas. Parece que "lunpereza" (la pereza de los lunes) está entre las mejor posicionadas.
"Hemos ido del miedo a la esperanza", dijo ayer el alcalde Fajardo Valderrama. Y eso se advierte en los espacios públicos ganados para el diálogo y la convivencia, los mismos donde hace apenas 10 años todavía se acribillaba a la gente en la calle.
Las academias acelerarán también la labor para la segunda versión del Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD) y los diccionarios históricos de la lengua y de americanismos, a la vez que anunciarán el inicio de la revisión de la ortografía, que estará lista para el año próximo.
Otra obra presentada es el Diccionario Esencial, que reduce a 54.000 vocablos los 90.000 del Diccionario de la Real Academia Española y que incluye un 12% de americanismos, entre otros, "internet" y "digitalización".
Con su espontáneo sentido del humor, que gustó mucho aquí, el presidente de la Academia Argentina de Letras, Pedro Luis Barcia -que integró la mesa de autoridades presidida por el director general de la RAE, Víctor García de la Concha, y la ministra de Cultura, Elvira Cuervo de Jaramillo- dijo en la rueda de prensa que "los medios de comunicación imponen modalidades expresivas, de allí que el futuro de la lengua depende del trato que se le dé en ellos. Es una desventaja que la lengua sea una mujer golpeada". Y le gastó una broma a García de la Concha, que éste celebró, al sugerirle que se incluya la palabra "oralidad", ausente del diccionario.
Por Susana Reinoso
Enviada especial
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