Hermanamiento entre ciudades
hermanamiento entre ciudades
Mediante los hermanamientos se superaban los exclusivismos locales, se aunaban fuerzas para la gestión de fines comunes, se resolvían conflictos y se sentaban, en fin, las bases de actuaciones solidarias beneficiosas para el conjunto de las comunidades vecinales que, manteniendo su propia personalidad independiente, se integraban en entidades supralocales que llegaron a veces a tener envoltura institucional y una fuerza política y económica que las convertían en piezas fundamentales del Reino. Baste recordar, por ejemplo, la gran Hansa germánica, federación de ciudades marítimas que labran su grandeza histórica y su prosperidad económica, desde el siglo XIII, a partir de esta alianza que unía sus comunes destinos comerciales. O, entre nosotros, la famosa Hermandad de la Marina de Castilla que fundada en el siglo XVI, se asocia estrechamente al pujante desarrollo mercantil de las villas marítimas del sector oriental de la fachada cantábrica.
hermanamiento entre ciudades
La práctica de la hermandad o hermanamiento entre ciudades y villas es una institución de larga tradición que hunde sus raíces históricas en la Edad Media y se ofrece entonces como mecanismo integrador de gran eficiencia para la mejor defensa de los intereses de las comunidades hermanadas.
La práctica de la hermandad o hermanamiento entre ciudades y villas es una institución de larga tradición que hunde sus raíces históricas en la Edad Media y se ofrece entonces como mecanismo integrador de gran eficiencia para la mejor defensa de los intereses de las comunidades hermanadas. Mediante los hermanamientos se superaban los exclusivismos locales, se aunaban fuerzas para la gestión de fines comunes, se resolvían conflictos y se sentaban, en fin, las bases de actuaciones solidarias beneficiosas para el conjunto de las comunidades vecinales que, manteniendo su propia personalidad independiente, se integraban en entidades supralocales que llegaron a veces a tener envoltura institucional y una fuerza política y económica que las convertían en piezas fundamentales del Reino. Baste recordar, por ejemplo, la gran Hansa germánica, federación de ciudades marítimas que labran su grandeza histórica y su prosperidad económica, desde el siglo XIII, a partir de esta alianza que unía sus comunes destinos comerciales. O, entre nosotros, la famosa Hermandad de la Marina de Castilla que fundada en el siglo XVI, se asocia estrechamente al pujante desarrollo mercantil de las villas marítimas del sector oriental de la fachada cantábrica.
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